viernes, 29 de junio de 2007

Igual que los cangrejos ...

Igual que los cangrejos heridos
que dejan sus propias tenazas sobre la arena,
así me desprendo de mis deseos,
muerdo y corto mis brazos,
podo mis días,
derribo mi esperanza,
me arruino.
Estoy a punto de llorar.

¿En dónde me perdí, en qué momento
vine a habitar mi casa,
tan parecido a mí que hasta mis hijos me toman por su
padre
y mi mujer me dice las palabras acostumbradas?

Me recojo a pedazos,
a trechos en el basurero de la memoria,
y trato de reconstruirme,
de hacerme como mi imagen.
¡Ay, nada queda!
Se me caen de la mano los platos rotos,
las patas de las sillas, los calzones usados,
los huesos que desenterré
y los retratos en que se ven amores y fantasmas.

¡Apiádate de mí!
Quiero pedir piedad a alguien.
Voy a pedir perdón al primero que encuentre.
Soy una piedra que rueda
porque la noche está inclinada y o se le ve el fin.

Me duele el estómago y el alma
y todo mi cuerpo está esperando con miedo
que una mano bondadosa me eche una sábana encima.

Jaime Sabines

Los días inútiles

Los días inútiles son como una costra
de mugre sobre el alma.
Hay una asfixia lenta que sonríe,
que olvida, que se calla.
¿Quién me pone estos sapos en el pecho
cuando no digo nada?
Hay un idiota como yo andando,
platicando con gentes y fantasmas,
echándose en el lodo y escarbando
la mierda de la fama.
Puerco de hocico que recita versos
en fiestas familiares, donde mujeres sabias
hablan de amor, de guerra,
resuelven la esperanza.
Puerco del mundo fácil
en que el engaño quiere hacer que engaña
mientras ácidos lentos
llevan el asco a la garganta.
Hay un hombre que cae días y días
de pie, desde su cara,
y siente que en su pecho van creciendo
muertes y almas.
Un hombre como yo que se avergüenza,
que se cansa,
que no pregunta porque no pregunta
ni quiere nada.
¿Qué viene a hacer aquí tanta ternura fracasada?
¡Díganle que se vaya!

Jaime Sabines

Te desnudas igual

Te desnudas igual que si estuvieras sola
y de pronto descubres que estás conmigo.
¡Cómo te quiero entonces
entre las sábanas y el frío!

Te pones a flirtearme como a un desconocido
y yo te hago la corte ceremonioso y tibio.
Pienso que soy tu esposo
y que me engañas conmigo.

¡Y cómo nos queremos entonces en la risa
de hallarnos solos en el amor prohibido!

(Después, cuando pasó, te tengo miedo
y siento escalofrío.)

Jaime Sabines

martes, 19 de junio de 2007

Juego del 8

Por invitación de Juli vamos al juego.

Las reglas del juego:


1. Cada jugador cuenta 8 cosas de sí mismo.
2. Además de las 8 cosas tiene que escribir en su blog las reglas.
3. Por último tiene que seleccionar a otras 8 personas y escribir sus nombres y sus Blogs.
4. Por supuesto, no hay que olvidar dejarles un comentario: que han sido seleccionadas para este juego.

Mis ocho cosas:

1. No me gusta el juego del 8.
2. Vivo de extremos y sobrevivo gracias a un idealismo incurable.
3. Me gustan las mujeres pelirrojas, esas que discuten mirando de frente, seguras que detras de las idea están las personas con sus defectos y valores, luchando contra los modelos de masa. Valoro al extremo las mujeres que piensan.
4. Detesto la hipocresía, en todos sus formas y caras.
5. En cualquier situación intento descubrir todos los semitonos, los matices que pueda captar, seguro de que allí se esconde la realidad. Por eso no soy intransigente o absolutista, aunque parezca cuando hablo.
6. Tengo pocos amigos y amigas; valoro como uno de los bienes más grande la amistad, las charlas nocturnas hasta ver el amanecer, con un espeso borgoña y algún crepitar de chispas, alguna música que suene a lejanía, el sonido de un violonchelo, o simplemente el compartir el silencio.
7. Me cautiva la opera en italiano y la música de Mozart. Soy fanático de los Kajarkas, Cafrune, Chalchaleros y Rata Blanca.
8. Me identifico con los escritos de: Becquer, Neruda, Chavero (Atahualpa). Aunque frecuento con mucho gusto, ensayos de filosofía, lógica y todo escrito de "libres pensadores".


Invito a:
Gloria; Naty; Anabella; Silvia; Anadell; Juampi; Monique; Suzana

Gracias.



viernes, 15 de junio de 2007

Tiempo del Hombre

La partícula cósmica que navega en mi sangre
es un mundo infinito de fuerzas siderales.
Vino a mí tras un largo camino de milenios
cuando, tal vez, fui arena para los pies del aire.

Luego fui la madera. Raíz desesperada.
Hundida en el silencio de un desierto sin agua.
Después fui caracol quién sabe dónde.
Y los mares me dieron su primera palabra.

Después la forma humana desplegó sobre el mundo
la universal bandera del músculo y la lágrima.
Y creció la blasfemia sobre la vieja tierra.
Y el azafrán, y el tilo, la copla y la plegaria.

Entonces vine a América para nacer en Hombre.
Y en mí junté la pampa, la selva y la montaña.
Si un abuelo llanero galopó hasta mi cuna,
otro me dijo historias en su flauta de caña.

Yo no estudio las cosas ni pretendo entenderlas.
Las reconozco, es cierto, pues antes viví en ellas.
Converso con las hojas en medio de los montes
y me dan sus mensajes las raíces secretas.

Y así voy por el mundo, sin edad ni destino.
Al amparo de un Cosmos que camina conmigo.
Amo la luz, y el río, y el silencio, y la estrella.

Atahualpa Yupanqui

Hay que andar por el mundo...

Hay que andar por el mundo como si no importara.
Sin preguntar el nombre del pájaro y la planta,
Ni al capitán del buque, a dónde lleva agua.

Mirar al otro lado del que todos señalan,
Que es allí, dónde crece la rosa inesperada.
Hablar con el herrero, del caballo y la fragua,
Pero mirando al fuego, con atenta mirada;
Puede que en un silencio, veas la salamandra.

Crear el nombre hermoso de alguna imaginaria mujer,
Y luego a todos preguntarles con ansia:
Si no la han visto, acaso te lleven a su casa...

En la copa vacía beber con esperanza,
Tal vez una divina locura, de cristal guarda.
Sacar siempre a los ojos, el aire azul del alma,
Ver lo que nunca alcanza la mirada...

Conrado Nalé Roxlo

El grillo

Música porque sí, música vana,
como la vana música del grillo,
mi corazón eglógico y sencillo
se ha despertado grillo esta mañana.

¿Es este cielo azul de porcelana?
¿Es una copa de oro el espinillo?
¿O es que en mi nueva condición de grillo
veo todo a lo grillo esta mañana?

¡Qué bien suena la flauta de la rana!
Pero no es son de flauta: es un platillo
de vibrante cristal que a dos desgrana
gotas de agua sonora. ¡Qué sencillo

es a quien tiene corazón de grillo
interpretar la vida esta mañana!

Conrado Nalé Roxlo

miércoles, 13 de junio de 2007

Cuando un poeta muere

Cuando un poeta muere,
sus palabras las toma el viento,
lejos de perderse,
son aromas de nuestro tiempo,
el mismo suelo queda,
fecundo, por tantos versos,
las mismas lágrimas,
que derramara,
son ahora vida y fuego.

Cuando un poeta muere,
se mezcla el cielo con el infierno,
tocan los más profundos acordes,
las cuerdas, conque la vida,
crea instrumentos del alma,
solo, para que en esta tierra, se escuchen
esas ... sus blancas palabras ...

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Gracias Suzana por inspirar estos versos.