martes, 27 de febrero de 2007

Pesadilla

No importa lo que pasará mañana ... mi hoy será un pasado que mi mente negara reconocer ... dulce máquina del tiempo memoria que te llamas.
Rompecabezas de vidas, retazos de tiempos y recuerdos perdidos en miles de callejones antiguos, sumergidos en alcohol que destila suave y profundo el vino tinto que humedece mis labios. Y eso me gusta...

lunes, 5 de febrero de 2007

Por Escrito

Desde que me acuerdo, supuse que me expresaba mejor por escrito que
hablando. Hoy, bajo la luz que nos da el haber podido ver en acción
ese supuesto, puedo decir que si aunque no siempre.

Lo que es cierto siempre, es que por mas que "las musas" estuvieran
de descanso, las frases comenzaban a salir, a su tiempo, y siempre
habían ideas para corretear, alusiones para corregir, relaciones
que enlazar.

Hoy, compartía un sentimiento de profunda ausencia de palabras
con mi conciencia. La sensación de estar en la antesala de un
velatorio, no me dejado en todo el día.

Es de noche, estoy rumiando los recuerdos de esta jornada que termina.
Contradicción es sabor que tengo en los labios.
Como será que casi me he quedado sin poder plasmarlo en
unos caracteres.

Un periodista, que no es santo de mi devoción, De la Nata, en un
reportaje de la BBC que le hicieron, decía una apreciación de esta
época que vivimos: los argentinos tenemos que tener algo, para que
personajes como Menem sigan existiendo en la vida pública del país...
y seguía diciendo "el argentino" no debe ser como se presenta:
trabajador, honesto, desinteresado.

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Aquí en Argentina, si mi querido país y todo lo que eso significa,
sigo con mi trabajo y forma de vida, desde que me despierto y
con el beso del cariño que dejo en cada una de mis hijas,
salgo a ganar algo mas que el salario, al dia,
salgo a ganar una pulseada cada dia a esta sociedad que es real,
no la mejor, no la utopía, no la peor, sino esta sociedad argentina
que es solamente eso, real.

Paso de estación

Perfumes de azares que cubre el crepúsculo. Mi vida vibra enchida
con los sorbos grandes, que trago, de ese aire que procede desde los
mismos confines del horizonte. Es esta la hora, en que embriagado
mi espíritu, salta hacia lo misteriosamente lejano.

Los pensamientos cesan. El pulso es más lento, más pausada la
respiración. Mis oidos atentos ante ese imperseptible quejido, que
suele hacer la noche y ante el cual, es el silencio el que suspendido
se mantiene en ese paso.

Perfumes de azares que anticipan el paso que sede el invierno al
comienzo de la vida primaveral.

Es la mejor estación para mí. Todas mis capacidades están atentas
a este paso. Los mejores momentos, los he vivio justamente en este
tiempo. Quizás, algún día, pueda morir respirando el suave y vivo
perfume de azar. Y que, en donde comienza la vida, sea enterreado,
pues es en verdad cuando comenzaré a vivir ese paso del invierno
a la primavera.

Me detengo ese instante en el que pareciera tocar lo inasible,
eso que el espíritu gime y desea con tal fuerza, que dá impulso
al seguir viviendo. Algo de la eternidad se toca, aunque sean
migajas las que solamente se llega a percivir.

¡Cómo describir lo que es indescriptible! ¿Cómo...?
Quizás, sea esa la suerte del que alcanzó alguna intuición, en la
que su misma vida quedó signada ...

Cansancio, sólo cansancio

Es de noche. Respiro profundo ese cansancio de la semana.
Una semana ... como otras ... pero distinta. Si, estoy en mi viejo
cuarto en casa, lugar donde trabajo, donde escribo, donde, a veces,
me sorprende el llamado de alguna madrugada.

Hoy, decidi hacer un alto entre las actividades y conciliar el sueño,
solo para reencontrarme con esos momentos que hicieron la semana
distinta, solo regresar a beber de esas gotas que refrescaron el
desierto cotidiano en que aveces paso mis dias.

Sueño despierto y el tiempo viaja por no se que singular fuerza
hacia un pasado cuya certeza quedó fundida en fantacias que de
niño eran el duro suelo de miles de correrías hacia una juventud
donde modelé ciclópeas construcciones ... aún persiste en mi
ese embrujo de una Gitana que supo tejer entre sus huesudas y largas
manos los hilos de mi pensamiento, los anhelos de mi corazón loco
de amor, entre los suspiros de sus labios y los deseos de su piel,
con esa gran alma de mujer. Surgiendo así la mas maravillosa
trama que puede hacer vivir una amistad. Si, yo, Hechicero escapando
y resistiendo al destino; ella Gitana dueña del conjuro de cambiar ese
destino...

Miro hacia la ventana. Afuera noche fría de otoño. Dentro del cuarto
me rodea cobijandome el manto cálido de los recuerdos de ese
pasado que aún vive de ella.

Amistad entre una Gitana y un Hechicero, ¿unidos y distantes? -locura
quizas del corazón- o ¿profundos lazos de amistad para los cuales
la distancia es la tierra donde crecen?
¿Caminos que se cruzan, destinos que se tocan para tomar mas fuerza
para seguir cada uno su estrella?

No se ... lo unico que el recibir las gotas sobre los labios de cada
uno de esos instantes, dieron fuerza, sanaron heridas, iluminaron
las pupilas de mis ojos negros de tantas noches sin estrellas.

El día en que la suave y clara voz de Gitana, acaricio como la
bruma de la madrugada el alma del Hechicero, con los suspiros,
como dulce manos sobre el cuerpo tivio, dieron fin a su rutina
y pusieron música a su vacio.

Ahora, es cuando puedo decir ¿que seria del mundo sin esa Gitana?
¿que sería de mí sin esa voz joven, que desde su rutina y cansancio
sabe aun dar un soplo de alegría, un trozo de su alma,
una mano amiga que desinteresadamente se entiende en un "aqui estoy"?

Ahora, sé de tu cansancio, de tu lucha diaria por estar con tu gente
poniendo el hombro en todas las cosas.

Ahora sé de tus alegrias, de tus penas, ese esforzado empeño por
ganarle al desánimo cuando algo te sale mal; de ese tocar el cielo
cuando te sientes amada.

Ahora sé de esa exicitación completa que a veces te hace perder
la cabeza con tu cuerpo a gritos de caricias de una mano que con
ternura sepa leer tus pliegues.

Ahora sé de ese brillo en tus ojos negros, que muero por verlos y
sumergirme en ellos, ahora es cuando puedo decir que los conozco,
aunque no los vea.

Es tarde ... los últimos ecos de una tonada de los Jarkas
... no se acaba el mundo cuando un amor se va ... se diluyen sobre
las paredes como una pintura fresca que poco a poco impregna la
superficie. El corazón ...como un ave de cristal... tiemblo y me
recorre un desasociego al mismo tiempo que la imagen de trasparente
hielo reflejando distorcionadamente la idea del cristal añade un frio
extremo que poco a poco va entumeciendo mis articulaciones...
Miro insistentemente sin ver el fondo mismo de la existencia que
me rodea, desesperado trato de buscar donde sumergirme en el pasado...
esperanzado en encontrar de nuevo esa Gitana, cuando un soplo
estival llega sin origen...

Yerba Buena, 7 marzo 2002

Noche, luna y silencio

Noche, luna, silencio, recuerdos se agolpan sobre recuerdos.

Afuera frio y oscuridad que parecen conspirar mas de serca contra la
sombra en girones que deambula sin norte.

¿Que es el norte de una vida?

jueves, 1 de febrero de 2007

Huida de la masificación

¡Ho viejo espacio de recuerdos!
que todos tus rincones los tienes lleno,
de lo vivido, de lo sufrido, de lo que alegra;
jirones en que el interior toma su forma.

Lugar que la Luz de una estrella lejana,
de azules matices cubre,
dando un chispazo a la vista en miles de matices y colores;
brumosos, lejanos unos de otros;
trémulos latido, en que los palpitantes ecos, descorren ese silencio...
ese misterioso lugar llenos de lamentos,
de lejanas melodías y perfumes.

Lugar sin sitio, tiempo sin esa dimensión,
que el lento paso de las horas, marca, una tras otra...
solo un lento diluirse es lo que indica,
que, aún, aquí, la eternidad queda tras otra orilla.

¿Como llegar allí donde ningún camino conduce?
¿como estar dentro de un sitio, sin dimensión ni tiempo?
¿como retroceder hasta encontrarlo?

Retroceder, pues su esencia es el pasado.
Viajé hacia esas profundidades,
esos abismos que la conciencia oculta tras la interioridad;
allí, en ese lugar que el mismo Yo teme entrar;
¡nada se puede asir, nada se puede llevar!
es donde sólo uno, puede arriesgar;
es donde sólo uno, se dirige, en soledad.

Soledad árida; soledad terrible;
soledad que siempre lleva consigo el riesgo,
de no regresar; de extraviarse; de caer en el abismo sin fondo,
en ese abismo de la locura, del renunciar a la realidad.

Riesgo, riesgo es la voz de marcha;
marcha a esa tierra sin sitio,
a esa tierra lejana, que más que nunca está cerca, del que arriesga;
del que se atreve a correr las brumas, del inconsciente,
tras el mismo misterio de la cara oculta de su yo cansado,
quizas roído, por formas y modos de masa;
es un lento camino, para un andar largo;
es un grito salvaje por lo que se muere en formas de masa;
en formas que la persona es puesta de menos,
por poder siniestro, de una razón práctica; que busca en todo
una eficacia, y nada de lo que es vida para al espíritu ...
es una lucha, del que nada tiene que perder, pues lo perdió todo;
y, solo le queda su interior, hacia el que viaja para rescatar,
ese algo que todavía subsiste de persona y que será arrebatado,
por la muerte lenta, de una sociedad de masas.

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Huida de la masificación
S.M. de Tucumán, 30/8/87

Solitario

Frescor de suave airecillo,
brisa vespertina de la mañana,
que al mismo astro rey pareces desespertar,
tras las montañas...

Un nuevo día comenzaba a erguirse tras los nevados inmóviles del Acai;
lazos rojizos amarillentos, lamían sus nacientes.

Nada indicaría más grande exultación de la naturaleza, sino fuera
por los colores frescos, límpidos, de unas montañas quebradas de
ondos valles.

En el risco de una saliente audaz, boca abierta a la inmensidad,
el Solitario se despierta. Su faz seca y poblada de arrugas,
es testigo de una centena de décadas. Sus ojos pequeños y brillantes
denotan la paz de una existencia en armonía con su corazón, con la
naturaleza, con el Creador.

Su porte denota un cuerpo de dimensiones griegas, armonía refleja
de su espíritu. Delgado, y más que ello; de piel tostada y
polvorienta. Sus nervios y músculos cual pareja combinación
se entrecruzan por esa fuerte arquitectura interna que los
huesos forman.

Frente amplia, la luz de la inteligencia la corona. Cabellos
polvorientos conforman un todo con su barba corta y descuidada.

De hombre es más un pensador, un contemplador, un estéta,
que un labriego. Es un soñador.

La claridad que los rayos primerizos acarician y penetran este lugar
jugando con claros oscuros, me recuerda que el tiempo transcurre aún
en la eternidad.

Se eleva sobre los pies; tensa los viejos músculos para desentumeserse
de su largo letargo. Semeja al cóndor pronto a tomar domiñio de su
eterno reino ...

Sus ojos brillan misteriosamente este día, puedo intuirlo a pesar de
mi encierro. Lo he observado hace yá bastante tiempo, más no puedo
decir que todavía lo conozca ... El se dá cuenta de la singularidad del
nuevo amanecer; se dá cuenta delos movimientos internos, pero ...
¿como es que todavía no lo conozca? está tan serca, tan dentro mío
y sin embargo él es dueño de la inmensidad; desde este encierro
algo de mí se pone en ese Solitario; quizás cada uno tenga un poco
de Solitario ...

Una extraña sensación todo lo inunda. Miro como él mira en su alzar
los ojos hacia las últimas estrellas; sé que reconoce al lucero
de la mañana, lo sigue en su caída precipitada, alocada, para
rasgar el velo del horizonte fulgorosamente. El Solitario dirige
su espíritu tras el.

El sol da de pleno contra la cara suroeste del nevado.
Abajo una naciente plateada me hace recordar que los rios tienen
su origen en las montañas. Allí en estas alturas los grados que
sobre el cuadrante son mayores parecieran la meta de ese
surgimiento grandioso de luz y colores.

El Solitario de pié, qué no daría por tener ahora esa su mirada,
que sigue el curso del serpenteo brillante del valle.

Allá, vastante lejos, ¡que distinto! ¡si supieran donde están!
Pero que misterio para el propio espiritu este enorme contraste.
¿Que es necesario para ser hombre? ¿si pareciera que toda está dado?
pero ¿porque tan pocos?

¡Cuanto fue necesario que caminara para llegar a donde ahora sentado
caía en cuenta de un sueño algo confuso por las ráfagas polvorientas
de los años.

Le escuché en alguna ocasión, quizas hace ya tiempo, quizas fuera ya
en este momento; pero no, no quiero que sea ahora, pues lo habría
soñado entonces yo mismo.

¡No, no quiero oirlo! nada quo sea futuro, de lo contrario sería
creación da mi imaginación. No quiero ver nada con él,
sólo relatar lo que veo; pero ¿estoy seguro que lo veo?
... no ... no lo creo ...

Bulle un recuerdo, unas palabras dichas quizás hace muchos,
muchos tiempos, pero ¡que fuerza tienen todavía!
es que no ha pasado el tiempo. Una sonrisa brota del recuerdo:

"¡pon tu voluntad firme; pase lo que pase; cueste lo que cueste!
¡Oye ... es a tí a quien hablo ...!"

El Solitario lebanto los ojos, y sin ver miró la profundidad de un
azul oscuro, aspirando a sorbos el frio seco de la tierra ...
"no tuerzas la mano para apartar lo que te castiga con justicia.
Dices que es injusto; acaso es injusta la mano que trata de
enderezar lo torcido, de dar al árbol su dirección mayor,
de soltar al ave que prisionera en húmeda jaula se pudriría
entre gusanos sin jamás conocer lo que es volar y cantar a la briza,
pese a estar repleta del seguro alimento, alejada de peligros"

Los brazos extendidos, frente al frente del viento, sin comprender
ni moverse siquiera.

El martilleo de las palabras no termian, siguen en tenacidad su
firme tarea.

"Eso que tu llamas injusticia y que te repugna,
¿es eso?. Pues que gano con decirte que cuesta, eso lo sabes yá;
debo más bien decirte que te acompañaré".

Siento sus pesadas lágrimas, solas ruedan por las mejillas.
Sí esta soledad no era el castigo que tanto temía...


Pero ¿que fuerzas tiene para su ser esas palabras? quizás
sean ocurrencias de una mente enferma; quizás ... Aveces dudo
que fueran recuerdos, pienso que alguien las dice, que el
Solitario me habla. Quizás sea por eso que tomo las cosas
como si el Solitario fuese un amigo, un amigo que dice adelante,
pero, sólo delante existe el abismo ...

Este día fue di£erente. Noto una extraña expresión en el
rostro del que puede tener miles de rostros. Sé que ahora
comprendía. Pero fue necesario el fracaso, fue necesario mi
encierro, mi soledad; yo no le podia hablar, solo observar
desde ni hueco. ¡Fue necesario tanto tiempo!

"Bueno, bueno, estoy aquí de nuevo. Retomo lo que comenzé;
siguo el camino tan buscado, a fin, sin prisa de llegar a ese
destino soñado" ...

Pero muchas cosas no las puedo cambiar; parece rie el Solitario
se dá cuenta de ello ... ¿y que importa?.

Lo esencial fue alcanzado y desde allí en adelante
si es que ese futuro depende tanto como mi pasado de mí, será
un construir en firme.

¿En firme? ...
bueno si el diluirse en la propia imaginación es eso ...

Mientras que el Solitario tubo que caminar tiempos largos
para regresar con una carga que no pesaba. Ni el mismo se distinguia
de lo que llebaba, ni de lo que pisaba, ni del lugar por donde pasaba.
Solo yó lo veía, sólo de pie frente a los nevados.

En movimientos, junto con sus sonbras que se corren. Que se agiganta
con al crepúsculo para cubrirlo todo, todo de negro manto de negra
forma...

Aquel que fue un hombre, un Solitario, desaparece al ser todo en todas
las cosas. Quizas para retornar mañana, quizas ... Mas depende de mi,
y de mi encierro para ser mañana.

Largos diálogos internos, largas charlas con un extraño interlocutor.
Pero ¿cada persona no es extraña así misma?
Miles de situaciones, miles de planes, miles de diálogos.

Aveces el mundo majestuoso de las cumbres se desdibujan, desaparecen
y se transforman en otros lugares que sólo existen en el mundo interno.

Febril tensión, agotador esfuerzo, doble vivir, doble pensar,
doble querer. Grieta en el ser que lejos de sangrar pareciera
desgajar hasta las raices, separar distancias entre las
orillas de la interioridad, ganar en profundidad hasta los tuétanos.

¿Algún día se podría serrar? ... Quizas ... quien sabe ...
un puente ... o un Solitario que lo salte ...

El sol cansado de estar en el cenit inicia su cíclico
derroteo hacia el poniente.

Las cosas se desdoblan más delo real. Pareciera que parte
de la existencia propia, de ¡mi existencia! se escapara en
formas vagas, torpes, oscuras ...

¡Si ... que terrible ... !
¡Recién comprendo el misterio, de la mirada pasada del Solitario!

¡Que terrible ... horror!

¡Soy parte de ellas ...!

A medida que la luz cedía terreno, estas formas se agigantaban
hasta taparlo todo, hasta reinar sin ser, hasta ...
Pero no, quisiera estirar la mano para asirme de alguna roca, de
alguna forma real ... ¡firme! ... pero mis manos no agarran nada ...

Todo se confunde.

El reloj inexorable de la naturraleza deja pasar sus acompasados
runores. Los escucho; mi corazón se confunde con ellos.
Ya no tengo corazón, es el lento transcurrir del anocheser
el que me mantiene con vida.

Escucho su voz, sus interrogantes me siguen por doquier...
"El tiempo ¿que es? o ¿que no es?, pues lo que existe, ¿no existe?
sino que se va ... ¿transformando ...?
¿Y no es esa transformación un continuo dejar de ser que nos remite
al pasado, que sólo existe en la memoria para ser algo que no existe
y, está lanzado a un futuro incierto y lleno de posibilidades?"

Pienso dejarlo pensar ... no importa ... pues ahora yo le doy
una de tantas formas de existencia ¡mi imaginación!

El Solitario no dudo en convertirse en sombra ...

Miles de trémulos fuegos fatuos despedían las montañas del
poniente. Una neblina rojiza, azulada, plomisa, cambiante
comenzó todo a envolberlo ...

¡Un grito se escucho por todos los miles de ecos ... !
El Solitarlo se confunde con su esencia; desaparece ...
masa sin forma ... abismo ... oscuridad ... fria brisa que me inunda
dejando mi piel trémula, helada. Un estremecimiento surca mis nervios
para desaparecer profundamente en el pecho ...

Mientras el valle se zanbulle en la penumbra, reina en las montañas
del Acai la calma de la uniformidad. Mazizos imponentes que
desaparecen paulatinamente ante la nada, a la que regreso
sin la luz que nos dió vida ...

Donde

Les presento el PAIS DEL DONDE:

Donde los límites se tornan confuso horizontes del miope,
donde la conciencia se escapa disfrazada de silencio,
donde el yo deja escapar sin querer retener al ego,
donde la casualidad muestra sus hilos titiriteros,
donde el sexo pega un fuerte quiero envido al retrucado amor,
donde nadie cubre su tragedia con sin-nombre,
donde el precio es la norma y las convicciones su tasasión,
donde el canto es marginacion de vocablos e ideas,
donde el sur mira al norte y este se mira asi,
donde la justicia es la ciega amante de jueces y cortesanos,
donde la verdad es comunicación social del medio exitoso,
donde el bien es bienestar que se adquiere por televisión,
donde inteligencia es internet y sabiduria enciclopedismo,
donde el razonar es recepción pasiva del mediático de turno,
donde aprehender es solamente aprender una conducta,
donde ecosistema es mas importante que humanidad,
donde la extinsión de la ballena es lo humano,
donde el demente y el sádico solo pueden gobernar,
donde el cuerdo y el sano son gobernados,
donde vivir es pisar todo aquello que se mueve,
donde mirar las estrellas es estar en un boliche,
donde gustar un buen vino es coca y fernet,
donde ser sincero es jugar a la ruleta rusa,
donde engañar es solamente saber tratar,
donde el paranoico es normal y el normal un loco de atar,
donde la amistad es conveniencia y el desinteres especulación,
donde el politico es empresario y el empresario el señor de la plantación,
donde el llamarnos "pais banaero" es epíteto de clase borgiana,
donde los sueños son la justificación del cache de programas masivos,

Desprecio

Desprecio, cuna de tantas muertes
cantar no puedo ahora ...

En medio de la noche ajusto cuentas a los fantasmas que el tiempo
dejó pasar. No puedo seguir miles de cacerías, sin sentidos de la
angustia existente en que me sumerjo.

¿Cual es el sentido de todo esto? ¿Acaso el sin sentido es sólo la
apariencia de lo que palpita dentro del pecho?

Vida, muerte, que más dá. ¿Acaso invoco las mismas fuerzas que
siniestramente juegan a ser en el sube y baja del existir humano?

Silencio ... nada responde a tan descarnado inquirir. Los pliegues
de la mente cobran tensión, pero sin alisarse. Sus contornos se
convierten en afilados cantos que desgarran pensamientos, ilusiones
y penas. Trágico desfile de girones de ser que se proyectan en
semioscuridades en la existencia, mendiga de lo temporal y efímero.

Un beso

Algo cansado del día. Llegué con recuerdos casi peinados ...
confieso ... buscando a una amiga.

Espero y lo mas que deseo, que ella esté bien,
quizás con un amor en sus brazos.

Quizas, y solo quizas recuerde a este romántico,
que respirando noches,
la sueñe y sueñe despacio...

Iluso de miles de sombras, amante de caminos cruzados,
me despido solo en esta noche, mientras en sueño regreso a tu lado ...

Un beso, que descanses amiga...

Tierra de Nadie

¿Donde se mueren las ilusiones?

¿Donde se entierran los sueños?

¿Es suficiente dar voz al tiempo para que nos responda estas preguntas?

¿Es la vida la que no quiere respondernos?

¿Solamente nuestras alegrías no bastan para dar aliento a esto
que se muere?

¿Solamente los años pasados no dejaron semillas de recuerdos
o fueron cientos de pájaros de plumas grices que robaron
la simiente, dejándonos por cosecha el frio aliento del vacio?

Respiro, mis dedos dejan de producir el sonido acompasado que el
teclado emite compañía del silencio en la penumbra donde suelo
escribir.

Las paredes, cómplices avejentadas de una canción andina se dejan
acariciar suavemente por las ultimas notas de un cíclico repetirse
"y es el corazón como el ave de cristal/ tan fácil de romper/
tan difícil de entender"

Pienso, respirando un trozo de noche, sí, mi noche que no se acaba,
que me sigue fielmente en medio de las locuras de mi ser, que,
por ahora, está desbordado de ... dolor ...

¡Noche! no me desampares, háblame de miles de cosas que bajo tus
negros cabellos ... amiga dejame penetar suavemente tus misterios,
necesito de tu compañía, de tus palabras, de tus ojos, que se confunden
con las estrellas en ese lejano universo que palpita tras la gran explosión ...

Dejame escuchar tus silencios. Dejame llegar profundamente a tu
soledad mas cálida que la mazmorra en que mi cuerpo se ha convertido.

Recordar ... esa función que nuestro ser se la devora dejando escapar
migajas sobre el piso brillante de la memoria que cada vez recuerda
menos, mientras nuestras manos toman la forma de arrugados plieges
violacios cartones, preámbulo de nuestra muerte.

Vida reducida a recuerdos ... ¡nuestros mejores girones de vida!
¿que son ahora?

¡Vida ..... porque este sin sentido! ¡locura sublime! solamente
te acepto como la condición a la que estoy amarrado ... hasta
que el dia comience a correr tus cabellos con miles de hilos
luminosos en un éxtasis indescriptible, ¡arrebatador momento
de resurrección!

"En mi pecho no existe el rencor" palabras que cierra
el torbellino ... miro en torno mio ¡si aquí estoy! convencido
de haber sido rescato otra vez de uno mismo ...

¡Porque! si no quiero regresar de este sitio,
vivo por llegar a la noche, cada día. No dejes amiga que me
arrebaten asi de tu lado, aquí ni la tristeza es tan amarga, como
el vivir viendo, sin que tus ojos expresen la mas simple alegria,
sin que tu piel sienta, la mas mínima caricia, de unos delicados
dedos femeninos, ni que el sonido de la habitación, deje pasar
a la voz de una muchacha preocupada y amante de ese hombre
que me convertí.

Las tantas noches de las que vivi, realizaron sobre mi,
el efecto de haber viajado a un mundo que, solo yo,
pedía recorrerlo y eso me producía paz, aunque siempre regrese de él
sombra y luz, guerra y paz, norte y sur, amor y odio, sentido y razón,
angustiosa tensión que forma parte de la quinta esencia de mi existencia.
Mas la intimidad del lugar me producen una satisfacción morbosa,
casi animal, que disfruto lamiendo mis heridas de fiero lobo.
Heridas hijas de peleas sin nombres, cuya única frontera es la
del continuo movimiento hacia extremos existencialmente opuestos.


Yerba Buena, 1de junio del 2005.